lunes, 28 de julio de 2014



Para que no te conviertas en el Terror de los Libros

 Los libros tienen los mismos enemigos que el hombre: 
el fuego, la humedad, los animales, el tiempo y su propio contenido” 
Paul Umbroise Valéry (1871-1945)


Los libros de una biblioteca pública son patrimonio de  toda la comunidad. Cuando en algunas ocasiones, una manipulación descuidada, y a veces irresponsable, hace que estos sufran un deterioro que se puede convertir en pérdida definitiva del material, el daño se lo estamos haciendo a una comunidad entera que se  beneficiaba de la lectura de dicho libro; es por ello que desde tu biblioteca te invitamos para que tus manos no se conviertan en “El terror de los libros” y que por el contrario, seamos guardianes de este valioso tesoro que tenemos en todas las bibliotecas, para esto es necesario que evites:

  •  Consumir alimentos o bebidas, no solo por las manchas involuntarias, sino también por los insectos que atraen.
  • Usar tinta de cualquier  tipo o escribir en las márgenes de libros o documentos, o subrayarlos, no toda la gente busca la misma información en un libro y las marcas dificultan y alteran la lectura. Recomendamos portar siempre lápiz y papel para que tomes las ideas principales de tus lecturas.
  • Intentar reparar los libros que te encuentres con hojas sueltas, es preferible que informes al personal de la sala, ya que ellos tienen los materiales correctos para hacerlo.
  • Manipular los libros con las manos sucias o húmedas o utilizar cremas, esto puede ensuciar las hojas y atraen insectos.
  • Enganchar notas a los libros o documentos, pueden romper las hojas.
  • Doblar las esquinas de las páginas, éstas se quiebran.
  •  Forzar el libro al abrirlo o apoyarlo con las páginas abiertas en un ángulo de 180º, puesto que la encuadernación sufre y se deforma y podrían despegarse las páginas o las tapas.
  • Humedecer los dedos con saliva para pasar las páginas, además de ser un mal hábito, acelera el deterioro del papel.
  • Guardar flores u hojas de plantas y árboles entre las páginas, las cuales, al descomponerse, mancharán el papel y lo degradarán.
  • Toser, estornudar, usar insecticidas o perfumes sobre un libro.
  • Arrancar las hojas o romper los forros que los cubren.
  • Depositar los libros en lugares húmedos o sucios.
  • Transportarlos en mochilas con gran cantidad de cosas.
Te invitamos a dejar una huella positiva sobre aquellos libros que acompañan tus lecturas, por favor, ayúdanos a cuidarlos.


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